13/2/11

DEMOCRACIA Y DESEQUILIBRIOS


La democracia tiene muchas atalayas desde donde el observador puede examinar la realidad que le rodea y proyectar escenarios teóricos en el que el ser humano ha de desarrollar su vida. La democracia, es para nosotros los socialistas, un espacio de libertad en el que por descontado, se pueden ver muchos lobos envueltos en piel de cordero. Así hoy, una vez más, podemos contemplar a muchos de estos especímenes cómo piden a los Estados dinero para reflotar sus negocios y, una vez pasado el problema, no tienen mejor cosa que echar la culpa a los trabajadores que de paso, estarán lacerados por la subida de la vida, hipotecados por la vivienda, por el desempleo...y, digo también el incremento del pan, que como se ha visto en más de una ocasión genera protestas de todo tipo contra los gobernantes sean sátrapas o democráticos.

Por tanto la democracia, aún con todo, la necesitamos y el Estado entendido como se entiende por estos lares, también. Pero, este sistema tiene taras y dificultades, máxime cuando la contribución al mismo no se hace equitativamente entre todos los ciudadanos. Cuando los Estados, unos más abiertamente que otros, admiten los denominados paraísos fiscales en los que se almacenan la riqueza de los usureros y déspotas del capitalismo. Así, nos podemos encontrar cómo la democracia además de lo dicho, es desequilibrada por los poderosos y en ocasiones por los que equivocadamente cambian de acera ideológica creídos en que se puede humanizar el capitalismo. De ahí, que el desequilibrio es uno, por no decir el fundamental problema que repercute sobre todos, pero muy especialmente en las clases más vulnerables.

Los socialistas de verdad, ante esta situación claman por la redistribución como mecanismo de justicia, en donde los impuestos y una fiscalidad progresiva harían desaparecer muchos de los males por los que esos lobos nos quieren arrancar la piel para colgarla en sus salones como triunfo de la actual cacería que están imponiendo a más de un gobierno.

Conclusión. Esta democracia es buena si tiene sentido de conocimiento justo y real pero nunca si se envuelve en la mentira.