El pensamiento de IS no es exclusivo ni puede decirse que sea su propietario, ahora bien, sí que podríamos considerarlo como propio cuando basándonos en los principios d la lucha de clases, se aplica correctamente. Esa es la diferencia. Todos recibimos un sinfín de información con análisis sobre lo que sucede, y, no os digo las mil maneras que cada uno tiene para dar soluciones. Sin embargo creo que las más sencillas son las más adecuadas. Veamos si no.
Estamos ante una sociedad que se dice democrática, liberal y desde luego si miramos a nuestro alrededor convendremos que es injusta, mentirosa, corrupta, engañadora, explotadora y desde luego insolidaria. Insolidaria sí, por creer única y exclusivamente en uno mismo, no pensando que si hay una forma de hacer justicia sólo puede hacerse con el conjunto y la solidaridad.
Pues bien, creemos en lo que decimos y suponemos que lo que pretendemos sirve para todos. Es decir, no estamos por adueñarnos de nada, más bien estamos en que lo que podamos conseguir sea para todos. Así, no nos gusta que quién ostenta un poder por pequeño que sea, piense en adueñarse de lo que es de todos.
Consiguientemente nosotros personas de izquierdas y consecuentes con la realidad y nuestros objetivos pretendemos ser partícipes de todas las decisiones e incorporarnos a cualquier foro en el que se discutan y apliquen soluciones en beneficio de la sociedad. Por si acaso no ha quedado claro lo apuntado hasta aquí. No queremos solamente el poder por tenerlo, queremos colaborar, analizar, dar respuestas.
Queda claro pues que, el partido socialista está en un compás de espera, creyendo que las actuaciones d las derechas darán motivos para un cambio fácil y, nosotros gentes de izquierdas estamos más convencidos que hace falta una denuncia permanente creíble, realista...fundamentada en nuestros principios, y, con compañeros sin “historias” que lo puedan desacreditar. El votante tiene sus referencias a tenor del día a día y no desea ver “personajes” que han sido gestores políticos en el pasado reciente. Ilusión y credibilidad es lo que hay que dar a ese nuestro votante.
Por tanto, rapidez en los cambios, responsabilidad y participación serán claves para poder defender a los trabajadores y al conjunto d la sociedad.
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